La aerolínea de bajo costo puso a la venta un millón de pasajes en vuelos disponibles para octubre de 2017 a febrero de 2018.
La aerolínea irlandesa Ryanair, una de las mayores low cost (bajo costo) de Europa, está vendiendo pasajes desde 6,7 dólares (unos 117 pesos argentinos) luego del caos por el anuncio de la cancelación de miles de vuelos debido a la falta de pilotos por un “error en la programación” de las vacaciones de sus tripulaciones.
La compañía puso a la venta un millón de pasajes en vuelos disponibles para octubre de 2017 a febrero de 2018.
Desde el aeropuerto londinense de Stansted se puede llegar a Francia por sólo 6,7 dólares, Dinamarca y Polonia por 10,8 dólares, mientras que a Italia, España y Alemania el precio es de 13,5 dólares, publica la página web de la compañía.
Ryanair anunció la semana pasada la cancelación de 2.000 vuelos durante las próximas seis semanas, afectando a más de 400.000 pasajeros.
Informó además que irá cancelando de 40 a 50 vuelos diarios para corregir su puntualidad, que cayó en un 80% de cancelaciones debido a los problemas en la plantilla de su personal y justificó la medida argumentando un error en la distribución de las vacaciones de los pilotos.
Barcelona, Bruselas, Madrid, Roma y Milán son los aeropuertos más afectados por la cancelaciones.
“Nos hemos hecho un lío con la distribución de las vacaciones de los pilotos”, aseguró la semana pasada el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, quien también informó que este problema le ha representado a la aerolínea pérdidas por US$ 29,7 millones de dólares.
El jefe de Ryanair negó además los rumores de que el problema de planificación responda a que la aerolínea noruega Norwegian le habría “sacado” casi 200 pilotos.
No obstante, según una entrevista al diario español El Mundo, un piloto de la compañía que fue a trabajar a Norwegian y que se negó a dar a conocer su identidad, dijo que la crisis en Ryanair no se debe a un problema en la planificación de las vacaciones de las tripulaciones, sino porque en su caso como el de tantos otros se fueron porque “los estaban tratando peor que a los conductores de autobuses”.
Precisó que de los 140 que se marcharon de Ryanair, 70 son españoles, y que otros ya se encuentran pasando los procesos de selección de Norwegian.
Relató además que en Ryanair no les daban agua ni café, tampoco les pagaban el uniforme ni el reconocimiento médico, como tampoco el costo del hotel cuando van a hacer los simuladores dos veces al año a Dublín o Londres, y hasta se tenían que llevar la comida de su casa cuando iban a volar.
“Yo no pagaba impuestos en España porque ellos me decían que sus aviones estaban registrados en Irlanda”, contó además el piloto al diario español.